lunes, 19 de mayo de 2014

LITERATURA INFANTIL. Actividad 4. Borrador 1



LITERATURA INFANTIL. Actividad 4. Borrador 1

Creación en prosa:
Para la creación de un texto en prosa, he elegido la estrategia de “Historias mudas”. Consiste en escoger una serie de ilustraciones que no tengan nada que ver. Se ordenan y se inventa una historia que las reúna todas.
Se me ocurrió llevar a cabo esta actividad, porque es similar a la que hacemos mi hijo y yo muchas veces antes de dormir, es decir, inventar cuentos a partir de cinco palabras que designen animales, personas, lugares o cosas que no estén relacionadas entre sí.
Para desarrollar la actividad, decidí buscar en su compañía ilustraciones que nos llamasen la atención. Una vez recopiladas y juntadas a modo de libro, inventamos una historia (que no figura escrita en el libro, puesto que estas imágenes pueden sugerir a otros niños cosas diferentes).

Para crear el libro he utilizado el material del que disponía en casa: folios blancos de papel de formato A4, mas un par de cartulinas plastificadas para hacer el encuadernado. Para unirlo se puede coser.
Creo que este tipo de libro presenta muchas ventajas: es fácil de crear, resulta barato, es muy  manejable por niños pequeños, se presta muy bien al desarrollo imaginativo, y una vez ilustrado queda muy llamativo y atractivo.
Entre los 4 y los 6 años (que son las edades de las que nos vamos a ocupar en estas historias mudas), podemos idear tramas sencillas en compañía de los niños, con un desarrollo cronológico adecuado y su final feliz.
En torno a estas edades, el niño está en plena etapa preoperacional por lo que las ilustraciones deben de ser sugerentes, coloridas y  con mayor detalle.
A través de las historias, el niño va a mostrar sus temores y emociones personales, a la vez que aparecerá la identidad individual. Estos relatos serán de fantasía verosímil, con una secuencia narrativa clara y con unos finales sorprendentes a la par que felices y justos en la mayoría de las veces.
En esta ocasión, esta es la historia que salió:
Érase una vez, en el país de los vientos, donde nunca salía el sol, una niña con un gran secreto… 
Tenía una flor mágica, que concedía deseos a todo aquel que la tocase. Te podía convertir en un pez o en un cuervo. Pero nada de eso quería la niña.
Lo que realmente deseaba era tener una familia que la quisiera.
Un buen día dio el paso, sujetó la flor entre sus manos, cerró fuertemente los ojos y pidió el deseo.
Cuando los abrió apareció rodeada de belleza y amor de una familia que la quiso por siempre jamás.
               FIN


Creación dramática:
Este cuento está pensado para niños/as de 5-6 años. He considerado crearlo partiendo de las vivencias del niño, sus temores y la autoafirmación.
Es característico de estas edades el tener enfados o tener algún momento de “crisis” por algo en especial (como la llegada de un hermano, la separación de los padres, la mudanza a una casa nueva, el fallecimiento de algún familiar…), es por ello que he desarrollado este cuento. Está pensado para que haya un narrador adulto (maestra) que ayude a seguir la trama de las secuencias y así facilitar la entrada de los personajes (en este caso serían los niños ).
También considero que es un cuento adecuado para ser contado de forma teatralizada, con cambios de voces, y gestos que acompañen a las escenas y a los diálogos.
Con este personaje del León, los niños pueden sentirse identificados y pueden proyectar en él sus frustraciones o temores.

EL LEÓN ENFADADO

Algo extraño estaba pasando en la sabana.
-          ¡No quiero que nadie se acerque a mí!-gritaba el León Pimpón cuando algún animalillo pasaba cerca de su guarida.
Algunos animales se miraban extrañados.
-          ¿Qué raro! El León Pimpón ha sido siempre un buen amigo. Cuándo éramos unos cachorros jugábamos juntos y nos lo pasábamos muy bien? ¿Qué le pasará?
Los animales de la sabana hicieron una reunión con el resto de animales para intentar averiguar qué era lo que le pasaba al León.
El elefante tomó la palabra:
-          La sabana es un lugar en calma y felicidad, donde todos nos ayudamos y no gritamos para resolver problemas. Debemos averiguar qué le sucede al León.
Al día siguiente se fue a verle a su guarida.
-¿Quién pasa por delante de mi casa?-gritó con voz fuerte y amenazadora el León Pimpón- ¡No te acerques que soy peligroso!
El elefante al escucharle tan enfadado se sintió un poco intimidado, pero reunió el valor de decirle al León:
-          Soy el elefante y en nombre del resto de animales, vengo a hablar contigo.
-          Pero ahora todo es distinto y yo quiero daros miedo. ¡Agggrrrrr!-gritó el León
-          Por favor, León Pimpón, sal de tu casa que quiero hablar contigo- dijo el elefante.
Por fin, el León salió de su escondite y preguntó al elefante:
-          ¿Por dónde andas? Es que no te veo bien, y no estoy para tonterías-advirtió el León.
-          Estoy aquí, y dime ¿Por qué gritas tan fuerte?-dijo el elefante que estaba detrás de él.
-          Porque es la única manera de que me hagáis caso, ya que estoy algo viejo, cansado y torpe- dijo el León
-          Pero es que esa no es la manera de tratarnos, ¿no crees que sería mejor pedirnos ayuda cuando la necesites, en vez de alejarnos de ti?- dijo el elefante
El León Pimpón se sentó a valorar las palabras del elefante.
-          Puede que tenga razón, y deba comportarme mejor con mis amigos para que así no me dejen de lado.- enunció el León.
Con los días, el León Pimpón fue relajándose un poco más y comenzó a recibir a sus amigos los animales. Estos le llenaban de regalos y de felicidad.
Aquel verano el León Pimpón aprendió que no hay que gritar ni asustar para que los demás te respeten y acepten. Y que no es más fuerte el que más grita.
Aprendió también que es mejor pedir ayuda a los amigos cuando es necesario y que eso no es lo mismo que ser débil.
Volvió a jugar con sus amigos de la sabana y a rodearse de ellos para afrontar el día a día con ilusión.

Creación en verso:
Estos textos responden al nombre de “adivinanzas” ya que los niños y la maestra pensarán en un objeto o persona, y deberán de definirlo, pero sin nombrarlo, de modo que lo demás puedan averiguarlo.
Las edades oscilan entre los 4 y los 6 años.
Los versos deben presentarse ante los niños como un juego artístico. Hay que permitir que su propia imaginación creadora interprete y recree lo que lee e invente nuevas formas. Así estaremos desarrollando su indivudualidad, su vena sensible y su formación estética. El niño debe conquistar jugando con las palabras y la realidad. El reto de las adivinanzas que se muestran a continuación supone en el niño la reflexión y el juego fantástico.
Es muy curioso escuchar a los niños dar las respuestas a las adivinanzas planteadas.

ADIVINANZAS: 

Tiene dos agujeritos
Para meter tus deditos,
Y una recta fina y larga
Que si te daña, sangras.
¿Qué es?

                           (Las tijeras)

Corro y salto con los dos,
Y por arriba hay un cordón.
¿Qué es?

                            (Las zapatillas)

BIBLIOGRAFÍA:

Documentación de la asignatura "Literatura Infantil". Centro Universitario La Salle Madrid.
Cuento: "El oso gruñón" Editorial SM. Escrito por Begoña Ibarrola





 

1 comentario:

  1. Un gran trabajo. Me encantan el texto dramático y el texto en prosa. El verso me gusta menos porque no has trabajado el juego poético sino que te has limitado a hacer adivinanzas rimadas. No es que esté mal, pero vimos en clase otras formas mucho más creativas para hacer adivinanzas.
    Hay un error que tienes que corregir para que tu entrada esté perfecta:: de tus tres textos solo uno es un cuento: el primero. El texto en verso y el texto dramático son un poema y una obra de teatro y serán LIBROS si los conviertes en ellos, pero nunca serán cuentos. Relee el texto y cambia las palabras para que la explicación sea correcta.

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